{Super Junior/EunHae} Love somebody else

Autor(a): Caracola - Elfnamorada - Yo
Título: Love somebody else
Fandom: Super Junior
Personajes/Pairing: Eun-Hae // Hyukjae!centric
Género: Yaoi / AU, Remedo de angst, amorfo, cliché
Clasificación: PG
Advertencia: Muertes de personajes. Broken. Está horrible.
Resumen: Construí un mundo alrededor tuyo. Me tuviste en un sueño y viví en cada palabra que dijiste.*
Disclaimer: Tal vez deba decir que el plot no es tan original y que Hota-chan puede que le encuentre un ligero parecido.
Notas: Lo siento.

Well, I don’t care if loneliness would kill me
I don’t wanna love somebody else.

00:00

Los acordes de la guitarra resuenan con tristeza, mientras lleva a su boca una cucharada más de helado.

Cualquier se reiría de este cuadro, excepto aquellas personas que saben que no importa si es helado o alcohol, cuando la tristeza es grande.

Dos almas solitarias que se encuentran, sin hacerse compañía.

01:23

En la noche, los recuerdos salen de entre las sombras y los rincones y brincan y bailan delante suyo. Se ríen, lloran, gritan, rompen, saludan y se despiden. Hacen un alboroto espantoso. Y se ensalzan en una danza con la luna o las estrellas o el cielo sin ninguna de ellas, mientras la sonrisa triste se congela en la cara y los ojos se rehúsan a volver a llorar mientras miran por la ventana.

Probablemente nunca lo entendió.

Está seguro de que nunca lo hizo. Vivían en la ilusión de que realmente se podía ser feliz así, sin decir cosas, sin nombrarlas, de pronto, parecen desaparecer… solo para reaparecer cuando la distracción se acaba o el sol se esconde.

02:44

Pensó engañarse todo el tiempo que pudiera.

Pensó que poniendo una sonrisa en aquél rostro, las cosas siempre lucirían igual de brillantes que la luz que desprendía de ella.

Pensó que podría cambiar las cosas solo con trabajar duro, con mantenerse alerta, con desearlo.

03:16

La guitarra vuelve a sonar. Una nueva canción, una canción conocida puesta en replay. Una vez y otra más. La primera para llorar, las siguientes para que los recuerdos tuvieran con qué bailar.

03:57

Desde ese entonces, él siempre quiso morirse.

Él, de verdad, siempre quiso hacerlo.

¿Por qué será que cuando uno quiere morirse nadie se levanta a ayudar? Y la única forma de hacerlo de hacerlo es matarse.

Pero él nunca tuvo realmente la voluntad.

Así que él siempre quiso morirse. Pero hasta ese momento no lo había logrado.

04:31

Se levantó.

Sus piernas le dolieron por hacer que se movieran de nuevo después de tanto tiempo.

Antes de meterse a la habitación, alzó el volumen al estéreo. Nunca había apreciado la hermosura de aquél aparato tan antiguo, hasta que el sonido del vinil negro bajo la aguja lo transportaron a otro sitio, más triste, más perfecto.

Tarareó la parte donde la guitarra lanza tres sonidos monótonos y entonó la última estrofa al unísono que lo hacía la otra voz, la más gruesa, la que cantaba esa misma canción una y otra vez.

05:49

Se miró en el espejo y dejó que de nuevo una sonrisa se encajara en su rostro.

Se acomodó el moño del esmoquin y volvió a sonreír, esta vez, cuando un recuerdo se posó sobre su hombro y le llamó “ridículo” con tono juguetón.

Acarició con la punta de sus dedos su reflejo, justo en el lugar desde el recuerdo lo miraba con gesto ausente y se desaparecía conforme entraba una luz mortecina por la ventana.

Se alejó despacio, sabiendo que los recuerdos seguirán su ritmo alrededor de la casa, escondiéndose en rincones y detrás de las cortinas y de las puertas de la alacena. Tropezando y pidiendo disculpas antes de esfumarse demasiados cobardes de la luz.

Hasta que se sientan lo suficientemente fuertes para rondar desnudos a todas horas. Desfachatados. Alborotados. Locos. Enloquecidos. Tristes. Risueños. Llamándolo “ridículo”, o “cariño” o “estúpido”.

Solo espera que en ese momento, cuando puedan liberarse de ataduras mentales, él ya no esté para percibirlos.

¿A dónde se van los recuerdos cuando el que los mira ya no está?

¿Qué pasa con las fotos y los cuadros y aquella lámpara espantosa que compraron en una venta de garaje?

Deberían desaparecer junto con el que les da importancia, pero todo sigue igual y nadie se ha topado con uno de ellos para preguntarle adónde van.

06:00

Recordó lo que le dijo su terapeuta sobre las fases del duelo.

Y se rió de toda aquella estupidez.

Él no necesitaba más pasos que aquellos que lo regresaran hasta la época en la que aquella cama no le parecía fría y demasiado grande, o cuando las paredes seguían desnudas, esperando ser vestidas por todas las fotografías que ahora la adornaban.

09:00

Donghwa entró al departamento sumido en el silencio.

Su traje oscuro, sus ojos hinchados, su piel arrugada, sus lentes gruesos, su cabello corto.

Sus pisadas lentas, su respiración entrecortada.

Cada rincón grita calidez, grita nostalgia, grita las miles de horas que se han vivido construyendo un hogar.

Abajo lo esperaban su esposa y sus hijos, todos mayores de lo que eran cuando algo parecido les sucedió. Aunque perder a un padre y a un hermano, son dolores distintos, no importa la edad que sea.

Tal vez sabía lo que sucedía desde que llegó al edificio, con el alma cansada y rota la última esperanza de dejar de despedir a quienes se ama.

No debió sorprenderse cuando lo encontró acostado en aquella cama, con la piel más pálida de lo que alguna vez fue, con las manos sobre el abdomen y con un traje que podía jurar sería el que había usado en aquella ceremonia que lo unía a la vida de su hermano.

En realidad no se sorprendió, aunque no por eso dejó de doler.

Ese día tendría que despedir a dos.

*: Fragmento de la canción I don't wanna love somebody else, de A Great Big World ♥, donde también saqué las primeras dos líneas de la historia.

LLegué(?).

Cuando vi la mención, y el broken! a un lado, creí que los separabas en vida (por eso la exigencia de un final feliz xD).

¡Lo sabía! Sabía que ese nuevo repertorio de canciones tenían algo de culpa.

Vengo a leer y me encuentro con algo totalmente distinto a lo que imagine pero hermoso y perfecto de una forma extraña. Los recuerdos de Hyuk atormentándolo en cada esquina, y él, solo, triste, derrotado queriendo regresar el tiempo y fugarse con el espectro de sus memorias acosándolo en el reflejo del espejo y en cada esquina.

Esta parte:

cuando un recuerdo se posó sobre su hombro y le llamó “ridículo” con tono juguetón.

Acarició con la punta de sus dedos su reflejo, justo en el lugar desde el recuerdo lo miraba con gesto ausente y se desaparecía conforme entraba una luz mortecina por la ventana.

Fue desgarradora ;___; En mi mente pude ver clarísima la imagen y un nudo se me formó en la garganta.

El final, con la reflexión de DongHwa terminaste de matarme.

Fue grandioso. Gracias por compartir ^^

Ahora hazme algo bonito y fluffoso porque material(?) hemos tenido de sobra -es pateada por "pedinche"-