{Fanfic/Original} Fan

Capítulo I

–¡Es el momento! –me animé inaudible a mis oídos, muda e inerte, cayendo vulnerable bajo el peso de mis nervios, temblando en todos los sentidos, perdiendo contra el nudo en mi estómago, frente a esa puerta, la más amenazante que he visto, ojos clavados en la cinta dorada con letras negras, pupilas reflejando ”JURADO”, allí escrito y mi mente cual masoquista recordando la escena de hace un minuto o menos, protagonizada por la señorita que con una dramática y envuelta en lagrimas salida, anuncio mi turno, cortando mi respiración, acelerando mi frágil ritmo cardiaco –Me voy a romper –.

–Vamos, ¡Abre la puerta! –me regañe, aun sin mover ni un solo musculo- Ya es tu turno- insistí, tras un profundo suspiro que lejos de parecer una chica entusiasmada parece el de una anciana que va a morir ahogada con un vaso de agua un poco más fría que temperatura ambiente “demasiado fría”

Tomé el pomo, helado al tacto, tanto como el aire que roza mi piel, y con un movimiento que solo demuestra valor, temor, ansiedad y un sismo de grado siete en la escala de Richter, lo giré y empujé ese pesado roble barnizado, ese que me separa de mi futuro… mi futuro desde que empezó a importarme esa solicitud que firme “para colaborar”.

“Para colaborar” y termine dando lo mejor de mi, mi mejor esfuerzo de tres meses de ejercicio continuo y dietas, estrictas dietas, que no rompí ni una sola vez ¿Dulces? ¿Qué es eso?... ¿Comida que sabe bien? ¿Existe?

–Audición número ochenta y nueve, preséntese –Sonó el alto parlante, anunciando que ya llevo demora, pero sigo sintiendo que todo paso demasiado rápido, ¿en que momento adicionaron los otros ochenta y ocho?

–Ya me toca –musite, tomando un poco de ese pesado aire que perdió su cualidad de entrar ignorando mi voluntad.

Modelé hasta el jurado allí agrupado, allí esperando para rechazarnos a todos, observándome con detenimiento, sin decir ni una palabra, modele a paso firme y decidido, demostrando una seguridad que realmente no tengo.

–¿Modelo? –preguntó el señor del centro, leyendo lo que parece la ficha de mi inscripción, moviendo sus lentes, enfocando mis datos en el papel.

–Buenos días, mi nombre… –.

–Ya lo sabemos, por favor presente su audición –dijo la mujer a su mano derecha, rompiendo el termómetro de nervios que estallo en mi pecho.

Sus duras palabras jugaron con esa falsa seguridad que había logrado aparentar, borrando de mis “archivos necesarios para funcionamiento” esa capacidad aprendida de caminar, esa capacidad explotada día y noche entre tacones cada vez más altos –me desagrada… ella me desagrada –.

Maquillaje exagerado ¿Sera realmente tan linda como luce? Voz y apariencia arrogante –aún más desagradable –.

Puedo imaginar de su mente frases que entre risas, se vuelven serias y dice un “ojala no ganes” risas de nuevo “no mentira”, ese tipo de personas a las que no se le puede creer ni una sola palabra.

–No me voy a quebrar –pensé o al menos no dejaré que se me note. -No me voy a quebrar- repetí para mis adentros y tomé protocolarmente de mi bolso, el único accesorio con el que planifiqué mi audición, un par de lentes de sol.

Me puse los lentes con esa gracia no nata que sale tras horas de “lo estas haciendo mal” y “tienes la gracia de una columna en el centro de una pista de baile” y giré el rostro arrogante, aun más que la “señora mano derecha del jurado”. Caminé haciendo la pasarela más difícil que había hecho desde el concurso “Reina de Carnaval” de mi escuela y sus horribles estudiantes llenos de frases como ”así de bonita no te reconocí” y su insistencia en que lo anterior definitivamente era un cumplido. Camine sintiendo el piso liso, frágil y resbaladizo, bajo mis tacones que amoldaron a su gusto, mis pies.

Caminé frente a sus ojos, percibiendo en cada movimiento sus pupilas en mí, con toda la circulación en bombeo de emergencia, caminé al ritmo de un bajo que no deja de sonar cuando mido doce centímetros de más, caminé hasta detenerme con una secuencia nada improvisada de foto pose. Sonreí.

–Gracias por su tiempo –dije aun con mi corazón haciéndose notar, y continúe sonriendo.

Sin decir nada más, me dirigí a la salida, aun con la espina dorsal tensa en toda su extensión, abrí esa, ahora, ligera puerta y salí. Busqué la silla de la sala de espera más cercana, un lugar urgente para poner a reposar toda la tensión nerviosa que no tiene intensión alguna de abandonar mis vertebras.

Sintiendo el inexistente paso del tiempo, enfoqué mis ojos en esa puerta, esa misma puerta “JURADO”

¿Un segundo, un minuto, una hora, un día, una año, once participantes faltantes? No sé, no sé cuanto tiempo pasó, pero de un momento a otro, una batalla por ser el primero en ver, leer y estar en ese papel escrito a mano se desencadeno, dejándome una sensación de confusión.

Esperé ahí sentada, inerte de nuevo, sin querer ver los resultado, muriendo por verlos.

Me levanté y con esa misma postura de súper modelo, esa misma postura que creo yo es de súper modelo, desfilé a la lista de admitidos.

–Quedé –musite inexpresiva, para nadie más que para mi misma, musité sin creerlo y sin poder siquiera pasar saliva -¡Estoy Dentro!- exprese con lagrimas que corrían negras luego de atravesar mis pestañas –se corré- dije, pero no me importa.

–Bien, los números que no están presentes en este documento, gracias por asistir, pero por favor retírense –hablo inexpresiva, esa cruel mujer, la mano derecha del señor al centro, el jefe, supongo. –Los que si forman parte de los nuevo empleados, pasen a buscar su ficha de entrada –.

¿Empleados?, en serio ella es tan amable como un verdugo medieval… solo digo.

Ignoré su melodioso… medio odioso tono de voz “yo odio a todo el mundo” y seguí las instrucciones, que a los “empleados” nos corresponden.

En fila, siguiendo a dos, según la tarjeta en su camisa, “24” y “37”, camine siendo la del medio de cinco nuevos ingresos y tome la ficha número tres.

–¿Soy la nueva número tres? –me pregunté, pero aguarde en total y completo silencio hasta que la adorable interprete de todos los jurados hablará de nuevo.

–Gracias nuevamente por su participación. Deben arreglar sus papeles en dos días partimos a la cede principal de la empresa en Corea, que tengan buen día –instruyó fría y se marcho.

–¿Nos vamos a Corea? –pregunté en voz alta, sintiendo que no sabía absolutamente nada, si bien había firmado “a colaboración” para que la audición también viniera a nuestro país, no estaba enterada que el viaje a la cede principal de la empresa fuese de inmediato.

–¡Me voy a Corea en dos días! –.

¡¡¡ANTO!!!

Soy la primera en comentarte y espero no ser la única. Mi opinión quedaría como demasiado real, demasiado válida.

Pero cuando vi que era tuyo no pude resistirme... ¡lo siento!

Bueno, me voy ahorrar el fanatismo que en estos momentos salen sobrando. Porque no contribuyen realmente. Yo no soy experta, pero en lo que a mí me respecta, encontré algunas fallas ortográficas, más que nada en relación a tildes y uso excesivo de ",". El resto me gustó porque me gusta esa cualidad tan tuya de describir una sensación, una acción, de la forma más sutil y más subjetiva también.

Creo que sueles jugar muy bien con la auto-focalización.

Yo me voy a meter en lo poco que veo acá porque como es historia tipo cuento, y siendo éste el primer capítulo, no tengo muchos datos con los que "jugar". No obstante, creo que lo primero que podrías hacer es buscarte una Beta.

¿Por qué una Beta? Porque una Beta te preguntará lo que yo voy a preguntarte en este momento: ¿qué quieres conseguir con lo que estás contando? ¿Qué buscas expresar?

Obviamente, tengo claro que este pasaje introductorio nos llevará a las aventuras que se vivirán en Corea. Dado que el título se llama "Fan" también asumo que tendrá que ver un ente a quien "Admirar". ¿Quién puede ser? Es algo que tú de seguro sabes.

Te repito que con lo que llevas escrito ahora no dice mucho de la historia y eso TAL VEZ (nótese el tal vez en mayúsculas, por favor) pueda debilitar el comienzo de tu historia. Suele suceder que al menos sepamos hacia donde quiere caminar la historia, con la presencia de un sueño, de un ideal. La chica, asumo que es mujer dado que no hay otro indicativo de género ni de sexo, no establece qué quiere hacer. Llega al evento por "casualidad", no está definida la condición ni qué "casualidad" la llevó a meterse justamente de modelo. Se preparó por meses pero ¿para qué sentido? ¿Su sueño siempre fue ir a Corea? ¿Su sueño siempre fue ser modelo, no importa a dónde la llevara? O está solamente viviendo por vivir.

Esto de "vivir por vivir" también puede darse en un personaje. Y es muy real. Dejas que las cosas sucedan y que la vida te lleve como si estuvieras en medio del mar a merced de la marea.

Este momento cumbre, la presencia de este personaje incordiante, también debe cumplir una función. En especial, si te has tomado la molestia de describir tantas cosas sobre ella: su apariencia, sus gestos, su tipo de voz.

Podrías definir un poco el curso de acción. Pulir un poco más también las motivaciones de la protagonista para llegar a este punto. Las sensaciones y emociones están bien planteados y no cansan en la lectura. Tú sabes manejar eso muy bien.

Entonces, seguiré recomendándote una Beta que te ayude a pulir la idea, que te asesore con ciertas expresiones que puedan resultar redundantes y con las tildes. Además, como bien lo mencionas al inicio, la personalidad de la protagonista es algo que debes ir definiendo desde el inicio, para que conforme pase la historia éste se vea resaltada o modificada en la interacción con los demás sujetos.

Yo te aconsejaría, a forma demasiado personal (si es que eso existe, lol) que narres la historia tal vez desde otro punto de la historia. Tal vez desde el desembarque o quizás en su primera noche. Así situarías al/la lector/a en una actitud de curiosidad, para saber las condiciones que la llevaron a ese momento, las razones que la impulsaron y alguna que otra peripecia que le haya sucedido.

Repito, espero el comentario de alguien más, pero esta vez me dejaré ahogar por el fangirl-ismo y decirte que como historia, aunque hétero -lol- me encantó. Es interesante y aunque no es la primera vez que se relata algo así, tú forma de adueñarte de la primera persona, tan íntima, la hace diferente.

Hola, ya vine. Lamento la demora pero me vuelvo un poco loca con cositas que debía checar del forito.

La narración en primera persona se te da de maravilla. No existen saltos o incoherencias, y siempre das cualidades reales a tus personajes.

Hay algunas tildes faltantes de importancia para algunas conjugaciones verbales que si no ponemos atención, pueden cambiar todo el contexto de una oración.

Tienes que trabajar un poco más el empleo de la puntuación. En algunas oraciones vas muy rápido y en otras, encuentro innecesario el uso de comas.

Lo importante aquí es que plantees hacia dónde nos va a llevar todo esto, ¿Por qué es importante ese concurso?, ¿Por qué decidió aceptar la solicitud y matarse de hambre durante tres meses?, ¿es tan relevante la juez?

Hay que recordar que cuando estamos desarrollando un escrito, debemos tener en claro qué personajes juegan papeles fundamentales para no meter, ni perder el tiempo en describir personajes que solo mencionaremos un par de veces o que no tendrán ni una relevancia de rol dentro de nuestra historia.

Si la juez en un futuro será una antagonista y es necesario hablar de todas las característica que mencionaste, entonces no veo mayor problema.

Yo te recomiendo que re acomodes el plot, que tengas una idea clara de a dónde quieres llegar. El título es fan así que supongo, habrá interacción con alguien a quien la chica admira pero de momento nada en el inicio me sugiere eso.

Podrías definir a tu personaje como si describieras a alguien que conoce en un apunte aparte: ¿Cómo se llama?, ¿Dónde vive?, ¿A qué se dedica?, ¿que le disgusta?, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?, etc. y partir de ahí para crearle un entorno en el que encaje y no salirte de la personalidad que le has creado.

Puedes hacer esquemas con ideas principales que te lleven al meollo del asunto, al 'alma' del plot y desarrollar las ideas que vayan tejiendo la historia.

Para ser el primer capítulo es bueno; pero en mi opinión le falta un poco de arreglo para ser asombroso. Tal vez si comenzarás desde otro punto para crear una mayor intriga e ir develando las razones del cómo y porqué el personaje está en ese lugar, la historia tomaría su cauce.

Te sugiero pedir ayuda de una beta para la trama. Juntas, podrían componer un gran argumento.

Capítulo II

–¿Dónde estoy preguntas? –Respondí con una irónica interrogante a mi nueva “mamá” aquí, no es realmente mucho mayor que yo, quizá dos o tres años que en sus ojeras maquilladas parecen cinco o diez, me da igual, pero es a quien debo rendirle cuentas, mi jefa inmediata asignada por esa cruel mujer, de arrogante mirada y medio “odiosa” voz.

–Entrando a una bonita cafetería en la zona, no sé como llegué sabes que no me llevo bien con las direcciones –mentí con naturalidad, realmente sé dónde estoy, cómo llegar y cómo regresar, me instruí un poco en internet antes de venir como una turista desubicada total o como una fan extremadamente feliz, cosa que no se aleja demasiado de mí realidad.

–¿Cafetería?, ¿Segura que puedes comprar algo diferente a un botellita de agua mineral? –respondió, haciendo mención de algo bastante obvio para la razón que me trajo hasta aquí, lugar donde compito con chicas entre doble cero y talla dos.

–Entré porque es bonita y había muchas personas afuera ¿qué puedo decir? Soy curiosa –murmuré excusando mi desaparición temporal de su vigilancia constante –Solo compraré agua, la pediré con hielo y me arriesgaré a que este demasiado fría, gracias –musité, caminando de esa única manera en la que ahora y para siempre podré caminar, modelando continuamente, hubiese o no ojos alrededor, aun cuando no estuviesen siquiera posados sobre mí.

–¿Kona Beans o me equivoco? –aseguró, acertando enteramente. –¡Qué sorpresa –pensé. Luego de tres semanas siendo ubicada con solo una llamada telefónica se pierde esa interesante sensación que solo ser encontrada misteriosamente, puede darte.

–Eso parece decir en la entrada. Hay tantas personas adentro… y nadie comprando ¿Crees que se molesten si me adelanto? –respondí sin ningún tipo de interés en su respuesta.

Avancé hasta el adorable mostrador caoba, aun con el teléfono en línea de adorno sostenido en mi hombro, ignorando todas y cada una de las palabras en su mediadamente irritante voz de traductora; si bien tengo cosas por hacer, pasar a tomar un agua mineral, cero calorías y “con hielo” en mis escasos e insuficientes minutos de descanso, acción que posiblemente tome entre unos cinco y siete minutos hasta que ella venga por mí, no podría hacerle daño a nadie o a nada, en este caso mi agenda o mi peso. Y si el problema es el idioma, con estas semanas de práctica, he logrado dominar a la perfección ese antiguo arte de pedir con las manos, entender el precio sin emitir sonido alguno y sonreír con ternura fingida, que parece real. Fácil.

Desfilé al ritmo de ese bajo en mi cabeza, ignorando la presencia de todas esas personas que lejos de estar formadas para comprar, estaban reunidas, no sé, esperando algo quizá. –Yo no tengo su tiempo –murmuré en mi inentendible para sus oídos, idioma natal. Si bien podría sentir emoción y “hacer demora” el hecho de poder venir, me reconforta.

Desconozco eso que podrían estar esperando, es decir podrían ser cuatro motivos principales con la inclusión de uno de los hermanos a los rostros de la fama en el café, pero tener curiosidad no servirá de nada cuando en pocos segundos aparecerá mi cuidadora diciendo algo como “horario corre, agenda muévete”. Ya después me enteraré en internet eso que para entonces, me perdí.

Me acerque hasta el solitario aparador de postres, todos tratando de seducirme, todos hablando en ese lenguaje, para algunos irresistible ”amor”, todos afrontando el rechazo que para mí significa seguir como “la empleada número tres” aquí.

Torta de queso tradicional, torta de queso con chocolate de avellanas, marquesa de chocolate y almendras, pudín de chocolate oscuro, blanco, normal, sin azúcar que de todos modos me haría subir un par de tallas, trufas con chispas de colores, selva negra.

–¡Hello! –.

Pie de limón, muffins de banana rellenos de…

¡Park JungSoo!

–¿Hola? –tartamudeé dubitativamente en inglés durante la fracción de segundo necesaria para ser violentamente empujada por la formación paralela, organizada y de algún modo difícil de distinguir. Lo vi. Entre instantes de tiempo ausente y detenido, en silencio y despacio, mis ojos ocultos tras el cristal dieron con los ojos de uno de mis más confidenciales delirios.

–¡Vamos tenemos un horario! –dirigió sosteniendo y halando mi brazo la única fuente de comunicación directa. –Sabía que algo así terminaría por ocurrir. Traje tu agua mineral sin hielo, sobrevivirás –.

¡Hola!

Ya llegué yo

Y pues me he quedado corta. Ahora quiero saber qué pasó aquí, cómo, cuándo y porqué.

Te voy a señalar dos cositas chiquitas que llamaron mi atención:
1.-

gaseumi escribió:–¿Kona Beans o me equivoco? –aseguró, acertando enteramente. –¡Qué sorpresa –pensé. Luego de tres semanas siendo ubicada con solo una llamada telefónica se pierde esa interesante sensación que solo ser encontrada misteriosamente, puede darte.

Esta frase de diálogo me pierde un poco. Aunque la lógica me dice que deben las dos personas las que sostienen el diálogo, la formación del mismo hace parecer que es una sola, lo que le resta sentido.

Me gusta mucho tu manejo del sarcasmo. Es bastante fino y hace reír. En especial porque no es dirigido a mí xD.

Luego, está esto:

gaseumi escribió:–¡Vamos tenemos un horario! –dirigió sosteniendo y halando mi brazo la única fuente de comunicación directa. –Sabía que algo así terminaría por ocurrir. Traje tu agua mineral sin hielo, sobrevivirás –

¿De dónde salió? Y si ella tampoco la sintió llegar, ¿por qué no indicó aquello cuando era arrastrada fuera de Kona Beans? Podría quedar algo como esto (?)

–¡Vamos tenemos un horario! –me dijo de repente mi "madre", apareciendo no solo para halar mi brazo, sino también para colocarme de nuevo al inicio de mi travesía*. –Sabía que algo así terminaría por ocurrir. Traje tu agua mineral sin hielo, ¡sobrevivirás!

Por otro lado, apareció Jungsoo. Wow! Aunque la entrega es interesante, necesito saber qué pasará, quiénes más intervendrán. Es la primera interacción entre un personaje adicional a la cabeza de ella y la ¿manager? que sinceramente a pocos interesa porque es medio fastidiosa xD
Ok, no.

Pero ojalá pase algo más. Se desarrolle más la trama en forma de relacionar con otro/s personaje/s que sea/n también importante/s en el relato.

Eso nada más

En espera de tu siguiente entrega.
(Capté un problemilla con algunos signos de puntuación ausentes, pero espero que el equipo de corrección y beta pase por aquí a dar su opinión)

*: Mi texto es completamente sugestivo. No te digo que así debe quedar porque obviamente éste tiene que ir acorde a tu personaje, pero espero que me captes la idea (?)

Ok. Si tu intención es que odie a la manager, lo lograste. Maldita vaca flaca fastidiosa xD

Los comentarios mordaces de la protagonista me hacen reír y creo que ella me agrada.

¡Apareció JungSoo! *A*... Debo decir, que mejoraste bastante el transcurso de la trama en este segundo capítulo. La aparición de JungSoo, y el detalle de la agenda apretada de la protagonista comienzan a dejar cabos sueltos para crear incertidumbre.

No repito lo de la línea de diálogo que dijo Nati porque sería innecesario, empero creo que se te pasó durante la edición.

Eso sí. Percibí algunas fallitas con el uso de la puntuación en los primeros párrafos:

–¿Dónde estoy preguntas? –Respondí con una irónica interrogante a mi nueva “mamá” aquí, no es realmente mucho mayor que yo, quizá dos o tres años que en sus ojeras maquilladas parecen cinco o diez, me da igual, pero es a quien debo rendirle cuentas, mi jefa inmediata asignada por esa cruel mujer, de arrogante mirada y medio “odiosa” voz.

–Entrando a una bonita cafetería en la zona, no sé como llegué sabes que no me llevo bien con las direcciones –mentí con naturalidad, realmente sé dónde estoy, cómo llegar y cómo regresar, me instruí un poco en internet antes de venir como una turista desubicada total o como una fan extremadamente feliz, cosa que no se aleja demasiado de mí realidad.

Lo pondría de esta forma para dar las pausas adecuadas y una mejor comprensión:

"-¿Dónde estoy, preguntas? -Respondí con una irónica interrogante a mi nueva "mamá" aquí. No es realmente mucho mayor que yo; quizá dos o tres años que en sus ojeras maquilladas parecen cinco o diez -me da igual-, pero es a quien debo rendirle cuentas, mi jefa inmediata asignada por esa cruel mujer de arrogante mirada y medio "odiosa" voz.

-Entrando a una bonita cafetería en la zona. No sé como llegué. Sabes que no me llevo bien con las direcciones -mentí con naturalidad. Realmente sé dónde estoy, cómo llegar y cómo regresar. Me instruí un poco en internet antes de venir como una turista desubicada total o como una fan extremadamente feliz, cosa que no se aleja demasiado de mí realidad."

Por lo demás, me pareció perfecto

Espero leer pronto la próxima entrega.